Los miedos del signo de Piscis
El de los peces es el signo de los soñadores, que se mueven en el mundo de la ilusión y de los sueños como entre corrientes mansas. Es de ellos el mundo de la
imaginación y de la creatividad. Inventores y diseñadores, suplen lo que les falta en iniciativa y concreción de sus ideas con una sorprendente e inagotable veta de soluciones y proyectos.
No hay que obligarlos a probar sus palabras o sus prototipos, pues su reino no es de este mundo, sino el de las dulces ensoñaciones y de la intuición. Sin embargo, aquel que les escucha hará bien en hacerles caso.
¿A qué le temen los nacidos bajo el signo de Piscis?
Lo peor que se le puede hacer a un nativo del signo de los peces gemelos es hacerlo demostrar, con hechos, sus dichos. Los Piscis han nacido para soñar en un mundo de duros realidades, y doblegarlo con imaginación y creatividad, no para ser desenmascarados ante una horda como si se tratase de vulgares mentirosos. Por ello, el
mayor temor al que s enfrenta Piscis es el miedo a ser expuesto… como un soñador, como un farsante, como un fraude.
Amantes de la lentitud y de las aguas quietas, los nativos de este signo no tienen esa alma competitiva que nos demanda la libre empresa: ni te robarán el queso ni conspirarán en tu contra. Por desgracia, el mundo comprende estas actitudes como debilidad… y se esmera en que Piscis lo sepa a lo largo de toda su vida.
Los peces saben que la vida quiere sacarlos de su estanque con el pretexto de sacudirlos, de hacerlos vivir de verdad. Y por ello se ocultan y nadan más profundo, y rara vez se atreven a
reclamar su derecho a soñar e imaginar un mundo mejor al que nos toca vivir.
¿Cómo puede vencer este miedo un Piscis?
Piscis tiene que comprender que hay muchas formas de tener valor como persona y ente produtivo. Que no todas pasas por la rudeza y por la economía. Son los soñadores los que, al final de cuentas y en todos los momentos de la historia, han dicho
“Este es el camino a seguir…”
Tu intuición, tu capacidad de imagina, de adelantarte a tu tiempo, no es algo que se pueda desechar y dejar de lado sólo porque así lo dicen los demás. Tu
imaginación tiene un potencial transformador inimaginable: no lo dejas desvanecerse por tu timidez y falsa humildad.
Deja, pues que te descubran, que sepan lo que vales, lo que puedes dar. Tienes que salir de tu zona de confort: de esas cómodas profundidades de ti mismo. Y tras hacerlo debes proclamar:
“Esto es lo que valgo”.